Dónde comer en tu ruta por Castilla y León
Una ruta gastronómica por Castilla y León: sabores auténticos en cada ciudad
Castilla y León es uno de los grandes tesoros gastronómicos de España. Su cocina tradicional, basada en producto local y recetas históricas, va acompañada por vinos excepcionales, embutidos únicos y platos que forman parte de su identidad cultural. Recorrer esta comunidad es descubrir una gastronomía potente, sincera y llena de personalidad.
Si estás planeando una ruta por Ávila, Segovia, Valladolid, Burgos, Salamanca, León y Zamora, aquí tienes una guía para saber dónde comer y qué no perderte en cada ciudad.
➤ Ávila: tradición castellana dentro y fuera de las murallas
Ávila destaca por su cocina sencilla y contundente. Su plato estrella, las yemas de Santa Teresa, es un imprescindible para acabar una comida típica.
- Chuletón de Ávila, famoso por su ternura y sabor.
- Judías del Barco de Ávila, guiso tradicional reconfortante.
- Patatas revolconas con torreznos.
- Restaurantes recomendados: zona de la Catedral, entorno de la Plaza Mayor y mesones cercanos a la muralla.
Perfecta para disfrutar de gastronomía clásica castellana.
➤ Segovia: acueducto, historia y el mejor asado
Segovia es sinónimo de cochinillo asado, un plato que se ha convertido en bandera de la ciudad. Su textura crujiente y carne jugosa hacen que la experiencia sea inolvidable.
- Cochinillo asado en restaurantes tradicionales cerca del Acueducto o en la Plaza Mayor.
- Judiones de La Granja en los mesones históricos.
- Ponche segoviano como postre típico.
- Zonas para comer: alrededores del Alcázar, Acueducto y casco viejo.
Una ciudad perfecta para quienes disfrutan de la comida castellana de toda la vida.
➤ Valladolid: tapas, pinchos y vinos de Ribera del Duero
Valladolid es la capital del tapeo en Castilla y León. Sus bares y gastrobares compiten cada año por crear los mejores pinchos de España.
- Pinchos creativos en la zona de la Plaza Mayor y alrededores.
- Lechazo asado en hornos tradicionales.
- Vinos DO Ribera del Duero, Rueda y Cigales.
- Mercado del Val para comer informal pero de gran calidad.
Una ciudad perfecta para quienes buscan variedad gastronómica en formato pequeño.
➤ Burgos: origen del Cid y templo del buen comer
Burgos es una ciudad de producto, tradición y sabores auténticos. Su plato más famoso es el morcilla de Burgos, pero hay mucho más que descubrir.
- Morcilla de Burgos y sopas castellanas.
- Cordero lechal asado en asadores tradicionales.
- Queso fresco de Burgos.
- Zonas recomendadas: calles cercanas a la Catedral y Paseo del Espolón.
Burgos combina cocina casera, producto local y tradición castellana pura.
➤ Salamanca: gastronomía dorada y tradición universitaria
Salamanca mezcla gastronomía castellana con un ambiente joven y cosmopolita. Sus bares, mesones y restaurantes combinan tradición e innovación.
- Hornazo salmantino: masa rellena de embutidos.
- Carne de morucha: variedad autóctona de gran sabor.
- Farinato y embutidos típicos.
- Zonas para comer: Barrio del Van Dyck, Plaza Mayor, Rúa Mayor.
Ideal para quienes quieren degustar cocina castellana en un ambiente animado.
➤ León: tapas gratuitas y cocina con identidad
León es famoso por su Barrio Húmedo y el Barrio Romántico, donde con cada consumición se acompaña una tapa gratuita, una tradición local muy arraigada.
- Cecina de León: embutido de sabor profundo.
- Morcilla leonesa.
- Botillo (en la provincia).
- Zonas para comer: Plaza Mayor, calle Ancha, y calles tradicionales del casco histórico.
Una ciudad viva, perfecta para tapear y descubrir su esencia gastronómica.
➤ Zamora: capital del románico y del buen comer
Zamora sorprende por su oferta culinaria y su autenticidad. Su cocina es sabrosa, contundente y vinculada al campo.
- Arroz a la zamorana, plato tradicional con carne y pimentón.
- Mollejas a la zamorana: Mollejas de ternera o cordero con salsa típica ligeramente picante.
- Queso zamorano con DO.
- Zonas recomendadas: Calle de los Herreros, entorno de la Plaza Mayor y zona de los pinchos.
Una ciudad ideal para disfrutar de recetas de toda la vida acompañadas de vinos de Toro y Arribes.
➤ Castilla y León: una comunidad para saborear con calma
Cada ciudad de Castilla y León tiene su propia identidad gastronómica, pero todas comparten algo en común: respeto por la tradición, amor al producto local y un arraigo cultural que convierte cada plato en parte de su historia.
- Ávila: chuletón y patatas revolconas.
- Segovia: cochinillo y judiones.
- Valladolid: pinchos y vinos.
- Burgos: morcilla y cordero.
- Salamanca: hornazo y morucha.
- León: cecina y tapas.
- Zamora: arroz a la zamorana y quesos.
Una ruta perfecta para quienes aman viajar a través del paladar y descubrir la esencia de cada lugar a través de su cocina.
